Quizás sólo sea vanidad
Un momento de lujuria
Un rapto de frivolidad
Pero ya no quiero ver trazados
A escuadra cada hora, cada día
Avanzar sin dejar rehenes
Disparando al cielo y a la tierra
Cavando trinchera a tu costado
hasta que las sonrisas nos mientan
Y un día, cuando me enturbie la pena,
Que no me importa que llores o rias
O que de noche encienda una vela,
Y por las mañanas te vuelva a extrañar
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