Si ya no vas a venir,
¡apártate, de la memoria!
Pero antes, libera mi destino
Y déjame una última expresión
de rencor… Y vete…
O no vengas, que es lo mismo.
Porque de ti,
Ya poco y nada va quedando,
Pero en tren de desear
Que nada quede,
En nadie.
Que tu perfume se pierda
En tiempos estériles,
Y tu mirada sea transparente
Para el que quieres
Que las hojas doradas
Que tapizan el otoño,
Sean sólo, hojas secas
A tus ojos
Y tus recuerdos felices
Sean negros,
Y nunca, te derramen,
Palabras de aliento
Que la música sea hueca a tus oídos
Que tus días, parecidos.
Que desconfíes de los amigos
(y ni siquiera importes a tus enemigos)
y tus labios,
besen cuerpos
en cada espejo
y los amores
se atrincheren
en tus simientes
y que todo el tiempo
tu corazón, no se estremezca
ni palpite, ni queme,
y sobre todo …que no se detenga.
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