Olvidemos los nombres
Olvidemos las palabras
Si tenemos recuerdos,
olvidémoslos también,
Que todo sea (como en un principio)
tierra virgen, despoblada.
Si hay amor, no importa;
si no hay amor, mejor aún
Que sólo haya olores,
que todo sean miradas,
Apretar los dientes,
sentir el alma dilatada.
....y entregarse al fin
íntegramente,
rindiéndose con valentía,
ante uno mismo.
/2002
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