Hay nombres que son destinos
Y el tuyo es el de ser Elena,
Yo no tuve tanta suerte, ¡Quien Pudiera!
Haberme llamado Odiseo
no hubo caballos de madera,
solo algunos mares, vistos desde el cielo
Pero tuve mi batalla, por un exhausto anhelo:
Rescatarnos del olvido de nuestras tierras
(Y tatuarte en la sangre, lo que hoy es mi credo)
Que Itaca y Troya, existen juntas, donde estemos,
Que una historia son mil y es la nuestra,
una o nada, cuando todo se juega,
Y en esta no hay Penélope, ni Paris
