Pasan corriendo mujeres
Con sus pechos vertebrados,
Y hombres, de panzas prominentes,
Abjuran de su pasado
Parejas muy desparejas
Discuten por naderías,
Y allí, otras a quienes pesa,
el brazo de su compañía
El mar se repite sobre las rocas,
paciente, como un asesino serial,
que conspira irrespetuoso con las olas
para envenenarme de monotonía y sal
El sol es un rosario de púas,
espada de Damocles en lo alto,
que se ensaña en mi espalda desnuda
de penitente mortificado
cierro los ojos…
y ya no hay más bordes ni extremos,
el horizonte es nuestro espacio
y el viento del mar, fresco y húmedo
trae el rocío de tus labios…
abro los ojos…
…perritos falderos que pasean,
Junto a sus excéntricas mascotas,
que corren tras ellos por la arena
siguiendo el menear de sus colas
y cuando cae el sol y sube la marea,
faunos, de gran musculatura (patética)
trotan, en celo, tras vírgenes vampiresas,
que se exhiben, presumidas (y famélicas)
cierro los ojos…
…y el sol vuelve a ser cómplice,
de tu desnudez en la playa
(Y la playa es, aquella playa)
Y el mar, es el mar Caribe
Que nos cubre las espaldas
y…
Vuelvo a abrir… y
cerrar
cerrar
cerrar
cerrar…
………………
Y al despertar,
tiritando,
sigo a la espera
y me creo amado
una noche
un verano,
un juego triste
…un dulce engaño
Enero de 2009