Maldición II

Si ya no vas a venir,
¡apártate, de la memoria!

Pero antes, libera mi destino
Y déjame una última expresión
de rencor… Y vete…
O no vengas, que es lo mismo.

Porque de ti,
Ya poco y nada va quedando,
Pero en tren de desear
Que nada quede,
En nadie.

Que tu perfume se pierda
En tiempos estériles,
Y tu mirada sea transparente
Para el que quieres

Que las hojas doradas
Que tapizan el otoño,
Sean sólo, hojas secas
A tus ojos

Y tus recuerdos felices
Sean negros,
Y nunca, te derramen,
Palabras de aliento

Que la música sea hueca a tus oídos
Que tus días, parecidos.
Que desconfíes de los amigos
(y ni siquiera importes a tus enemigos)

y tus labios,
besen cuerpos
en cada espejo

y los amores
se atrincheren
en tus simientes

y que todo el tiempo
tu corazón, no se estremezca
ni palpite, ni queme,
y sobre todo …que no se detenga.